Naia

¿Por qué Naia?

Porque hay algo que arde adentro.

Y es ese algo que arde y que no se apaga.

Somos dos mujeres que nunca supieron vivir a medias.

Que siempre sintieron demasiado.

Que lloran por paisajes, por canciones.

Que se emocionan por gestos pequeños.

Que encuentran paz en la felicidad ajena.

Que nunca aprendieron a conformarse con “lo seguro”.

Durante años intentamos encajar.

Tener el trabajo correcto. La vida correcta. Las respuestas correctas.

Pero en el fondo, algo faltaba. Algo dolía.

Viajar, para nosotras, nunca fue una huida.

Fue volver a casa.

A esa casa sin paredes ni techo, que aparece cuando te sentís libre.

Cuando caminás sin prisa por una calle que no conocés.

Cuando compartís con alguien que habla otro idioma, pero te entiende con la mirada.

Y entonces entendimos:

Esto no era un hobby.

Era nuestra forma de amar.

Nuestra forma de estar vivas.

Después de mucho postergar, decidimos decir que sí.

Decir que sí a lo que nos hacía latir fuerte.

Decir que sí a lo que nos hacía llorar bonito.

Decir que sí a lo que nos ponía la piel de gallina.

Así nació Naia.

Un nombre pequeño, pero lleno de alma.

En euskera, significa deseo, anhelo profundo.

En griego, se asocia con fluir.

Y si hay dos palabras que nos representan, son esas.

Porque deseamos con intensidad.

Y porque elegimos enfocarnos en fluir, incluso en medio del caos.

Y no solo en fluir, si no en dejar que las cosas fluyan alrededor nuestro.

Decidimos confiar.

Naia no es solo una agencia.

Es una promesa que nos hicimos:

Nunca más traicionarnos.

Nunca más quedarnos donde no florecemos.

Nunca más vivir como si fuéramos eternas.

Porque la vida es breve.

Porque las ciudades cambian.

Porque la gente se va.

Porque hay trenes que no esperan.

Y aviones que despegan aunque nosotras no logremos llegar.

Y si algo sabemos, es que no todo el mundo lo entiende.

Ese impulso de irse.

Esa nostalgia por lo que no ha pasado.

Ese amor por lo que es efímero, pero hermoso y doloroso a la vez.

Si vos lo entendiste, aunque sea un poquito, ya somos lo mismo.

Ya estamos del mismo lado.

No queremos seguidores.

Queremos cómplices.

Queremos comunidad.

No buscamos clientes.

Buscamos gente que sienta con el alma abierta.

Y esté dispuesta a buscar(se).

Naia es para los que se emocionan en los aeropuertos.

Para los que se despiden llorando.

Para los que escriben su corazón en servilletas.

Para los que saben que fluir también es amar.

Y si este texto te sacudió algo.

Si te dio ganas de cerrar los ojos y respirar hondo.

Y de volverlos a abrir y empezar a buscar.

Entonces no estás solo.

Nosotras también estamos buscando.

Y tal vez, solo tal vez, este sea el lugar para empezar a encontrar(nos).